Epiphany

Epifanía

Miguel de Unamuno (1864-1936)

Epifanía
Agranda la puerta, padre, porque no puedo pasar; la hiciste para los niños, yo he crecido a mi pesar. Si no me agrandas la puerta, achícame, por piedad; vuélveme a la edad bendita en que vivir es soñar. Gracias, padre, que ya siento que se va mi pubertad; vuelvo a los días rosados en que era hijo no más. Hijo de mis hijos ahora y sin masculinidad siento nacer en mi seno maternal virginidad.
Epiphany
Make the door wider, my father: through it I cannot pass. You made a door for children: I’ve grown bigger, alas. If you don’t make it wider, let me again be small: give back the newness of living, the age when dreaming is all. Thank you, my father, I sense now That my puberty is gone; I return to the days that were rosy When I was only a son. Now I’m a son of my own sons. Without any masculinity, I sense the birth within me Of a motherly virginity.

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Miguel de Unamuno...

For a Menu

Para un menú

Manuel Gutiérrez Nájera (1859-95)

Para un menú
Las novias pasadas son copas vacías; en ellas pusimos un poco de amor; el néctar tomamos... huyeron los días... ¡Traed otras copas con nuevo licor! Champán son las rubias de cutis de azalia; Borgoña los labios de vivo carmín; los ojos obscuros son vino de Italia, los verdes y claros son vino del Rhin. Las bocas de grana son húmedas fresas; las negras pupilas escancian café; son ojos azules las llamas traviesas, que trémulas corren como almas del té. La copa se apura, la dicha se agota; de un sorbo tomamos mujer y licor... Dejemos las copas... ¡Si queda una gota, que beba el lacayo las heces de amor!
For a Menu
Each lass in our past is one more empty glass: We poured in a measure of love; We drain down the nectar, we let the days pass... Bring on others! New savours we’ll prove. Champagne are the blondes of azalea sheen, Crimson lips are a Burgundy wine; Dark eyes are Italian, grand Hippocrene, Pale green are the taste of the Rhine. Red mouths are fresh strawberries; coffee conspires From eyes black as night to flow free; Blue eyes are the wayward, the frolicsome fires, The shimmering spirit of tea. The goblet runs dry and good fortune runs down. Wine and women! One draught is enough. Farewell to our cups! Should a droplet remain, Leave to lackeys the leavings of love!
https://www.youtube.com/watch?v=B0n0jEhp4JI https://www.youtube.com/watch?v=EIW_2Oe6m0Y

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Manuel Gutiérrez Nájera...

For a Menu

Para un menú

Manuel Gutiérrez Nájera (1859-95)

Para un menú
Las novias pasadas son copas vacías; en ellas pusimos un poco de amor; el néctar tomamos... huyeron los días... ¡Traed otras copas con nuevo licor! Champán son las rubias de cutis de azalia; Borgoña los labios de vivo carmín; los ojos obscuros son vino de Italia, los verdes y claros son vino del Rhin. Las bocas de grana son húmedas fresas; las negras pupilas escancian café; son ojos azules las llamas traviesas, que trémulas corren como almas del té. La copa se apura, la dicha se agota; de un sorbo tomamos mujer y licor... Dejemos las copas... ¡Si queda una gota, que beba el lacayo las heces de amor!
For a Menu
Each lass in our past is one more empty glass: We poured in a measure of love; We drain down the nectar, we let the days pass... Bring on others! New savours we’ll prove. Champagne are the blondes of azalea sheen, Red lips are a Burgundy wine; Dark eyes are Italian, grand Hippocrene, Pale green are the taste of the Rhine. Red lips are fresh strawberries; coffee conspires From eyes black as night to flow free; Blue eyes are the wayward, the frolicsome fires, The shimmering spirit of tea. The goblet runs dry and good fortune runs down. Wine and women! One draught is enough. Farewell to our cups! Should a droplet remain, Leave to lackeys the leavings of love!
https://www.youtube.com/watch?v=B0n0jEhp4JI https://www.youtube.com/watch?v=EIW_2Oe6m0Y

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Manuel Gutiérrez Nájera...

My Little Duchess

La Duquesa Job

Manuel Gutiérrez Nájera (1859-95)

La Duquesa Job
En dulce charla de sobremesa, mientras devoro fresa tras fresa y abajo ronca tu perro Bob, te haré el retrato de la duquesa que adora a veces el duque Job. No es la condesa que Villasana caricatura, ni la poblana de enagua roja que Prieto amó; no es la criadita de pies nudosos, ni la que sueña con los gomosos y con los gallos de Micoló. Mi duquesita, la que me adora, no tiene humos de gran señora; es la griseta de Paul de Kock. No baila “Boston”, y desconoce de las carreras el alto goce, y los placeres del “five o’clock”. Pero ni el sueño de algún poeta, ni los querubes que vió Jacob, fueron tan bellos cual la coqueta de ojitos verdes, rubia griseta que adora a veces el duque Job. Si pisa alfombras no es en su casa, si por Plateros alegre pasa y la saluda Madame Marnat, no es, sin disputa, porque la vista, sí porque a casa de otra modista desde temprano rápida va. No tiene alhajas mi duquesita, pero es tan guapa y tan bonita, y tiene un cuerpo tan “vlan”, tan “schutt”, de tal manera trasciende a Francia, que no le igualan en elegancia ni las clientes de Helene Kossut. Desde las puertas de la Sorpresa hasta la esquina del Jockey Club, no hay española, yankee o francesa, ni mas bonita, ni mas traviesa que la duquesa del duque Job. ¡Cómo resuena su taconeo en las baldosas! ¡Con que meneo luce su talle de tentación! ¡Con que airecito de aristocracia mira a los hombres, y con que gracia frunce los labios! ¡Mimí Pinson! Si alguien al alcanza, si la requiebra, ella, ligera como una cebra, sigue camino del almacén; pero ¡ay del tuno si alarga el brazo! Nadie le salva del sombrillazo que le descarga sobre la sien. ¡No hay en el mundo mujer mas linda! ¡Pie de andaluza, boca de guinda, “esprit” rociado de Veuve Clicot; talle de avispa, cutis de ala, ojos traviesos de colegiala como los ojos de Louise Theo! Agil, nerviosa, blanca, delgada, media de seda bien restirada, gola de encaje, corse de ¡crac!, nariz pequeña, garbosa, cuca, y palpitantes sobre la nuca rizos tan rubios como el coñac. Sus ojos verdes bailan el tango; nada hay más bello que el arremango provocativo de su nariz. Por ser tan joven y tan bonita cual mi sedosa blanca gatita, diera sus pajes la emperatriz. ¡Ah! Tu no has visto, cuando se peina, sobre sus hombros de rosa reina caer los rizos en profusión. ¡Tu no has oido que alegre canta, mientras sus brazos y su garganta de fresca espuma cubre el jabón! jY los domingos! …¡Con que alegría oye en su lecho bullir el día y hasta las nueve quieta se está! ¡Cual se acurruca la perezosa, bajo la colcha color de rosa, mientras a misa la criada va! La breve cofia de blanco encaje cubre sus rizos, el limpio traje aguarda encima del canapé; altas, lustrosas y pequeñitas sus puntas muestran las dos botitas, abandonadas del catre al pie. Despues, ligera, del lecho brinca; ¡oh, quien la viera cuando se hinca blanca y esbelta sobre el colchón! ¿Que vale junto de tanta gracia las ninas ricas, la aristocracia, ni mis amigas de cotillón? Toco; se viste; me abre; almorzamos; con apetito los dos tomamos un par de huevos y un buen “beefsteak”,    media botella de rico vino, y en coche, juntos, vamos camino del pintoresco Chapultepec. Desde las puertas de la Sorpresa hasta la esquina del Jockey Club, no hay española, yankee o francesa, ni mas bonita ni mas traviesa que la duquesa del duque Job.
My Little Duchess
Table-talk. Good jokes and speeches.                                                I eat strawberries and peaches                                                                            over your snoring pug-dog, ‘Probe’. Here’s a portrait of the duchess now and then worshipped by Duke Job. Not the Villasana countess, nor the wench whose scarlet flounces                                    thrilled Prieto, modest serge; not the moll of swells who go to your cock-fights, Micoló! - nor some knobbly-footed drudge. My little duchess, who adores                                        me, lacks a great lady’s airs and graces; she’s the grisette of Paul de Kock. She doesn’t dance Bostons, and ignores the high delight of going to the races and the joys of le five o’clock. Lovelier dream than any bard had                          celebrated round the globe, or cherubim that Jacob studied: such is the cheeky green-eyed redhead now and then worshipped by Duke Job. Out and about, she treads deep pile,                    goes down Silver Street in style,                                  ‘moddomed’ by Madame Pontoon. Not that she’s investing there: chez some other couturière she’s expected, sharp at noon. My little duchess has no objets                          d’art, she’s sensational, she’s frabjous, she’s va-va-voom, she’s rooty-toot: there is no dame à la mode in France                                                                        matches her chassis for élégance, even chez Mme Hélène Kossut. Nowhere, from La Sorpresa’s entry            to the steps of the Jockey Club, is there a Spanish, French, or Yankee lass of such dazzle, dash and duende as the duchess of Duke Job. Drumming heels along the tiles!                      Flashing figure that beguiles with a marked undulación! Blueblood’s air as she surveys passing men; she pouts with grace worthy of Mimí Pinsón. If some wheedling oaf waylays her,          she keeps shopping, my duquesa, lithe as lynx or zebra foal. Woe betide if she lets fly, biffs him one above the eye with unerring parasol! There’s no woman fine as she.                            Fairy feet and bel esprit sparkling-fresh as Veuve Clicquot; wasp-waist, smooth skin fit to fly, cherry lip, cute ‘college’ eye: eyes that say Louise Théo. Nimble, rapid, pearly-white,                                    fine silk stockings drawn on tight, lacy throat, the corset’s ‘crack!’ - nose so small, so spruce and trim; ringlets on the collar’s rim, nodding, ruddy as cognac. Two green eyes go tango-dancing:          nothing can be more entrancing than her nose’s pert retroussé! Empress, you’d give up your page- boy, could you match her looks and age: whitest silk of Duchess Pussy! You’ve not seen her wield the comb,                                  when the royal ringlets come                                      tumbling on that pink épaule! You’ve not heard the joyful note trilled, when on her arms and throat thick and fresh the soapsuds fall! Sundays! Carefree, negligée,                        she delights in sounds of day, undisturbed till nine or ten. While the maid is out at Mass,              with what joy the lazy lass frowsts in rosy counterpane!                Little cap to hide the tresses,                                      lacy-white; new-laundered dresses poised above the long-backed seat; high boots’ pointed tips, well-glossed, peep at bedside, blithely tossed, jettisoned by tiny feet. Up she bounds all feather-light                from her bed. So svelte and white on the horsehair! Not for millions, not for bride of lordly race could I ever trade such grace, not for sweethearts at cotillions. Brring! I’m here! She’s dressed, to greet me for lunch. We gaily eat pair of eggs and perfect steak. Picturesque Chapultepec! Rich wine, one demi-bouteille, sends our carriage on its way.                                                  Nowhere, from La Sorpresa’s entry        to the steps of the Jockey Club, is there a Spanish, French, or Yankee lass of such dazzle, dash and duende as the duchess of Duke Job.
Comentario

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Manuel Gutiérrez Nájera...

Mexican Landscape: from ‘Savage Idyll’

Paisaje: from ‘Idilio Selvaje’

Manuel José Othón (1858-1906)

Paisaje: from ‘Idilio Selvaje’
Mira el paisaje: inmensidad abajo, inmensidad, inmensidad arriba; en el hondo perfil, la sierra altiva al pie minada por horrendo tajo. Bloques gigantes que arrancó de cuajo el terremoto, de la roca viva; y en aquella sabana pensativa y adusta, ni una senda ni un atajo. asoladora atmósfera candente de se incrustan las águilas serenas como clavos que se hunden lentamente. Silencio, lobreguez pavor tremendos que viene sólo a interrumpir apenas el balope triunfal de los berrendos.
Mexican Landscape: from ‘Savage Idyll’
Look at the landscape: vastness down below, vastness on vastness in the sky. Between, sapped at their footing by the wild ravine, the high sierras rise, a distant show. Look, where the grim half-burnt savannah broods: gigantic block upon gigantic block, torn by the earthquake from the living rock. Never a track and never a path intrudes. A desolate and burning atmosphere, studded with eagles, high, ethereal, like nails on which unhurried hammers fall. Tremendous darkness, and tremendous fear and silence, interrupted if at all by the triumphal gallop of the deer.
Published in Agenda: Ekphrastic, online supplement 2019 and in Poetry Atlas

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Manuel José Othón...

Setting a Jewel

Engarce

Salvador Díaz Mirón (1853-1928)

Engarce
El misterio nocturno era divino. Eudora estaba como nunca bella, y tenía en los ojos la centella, la luz de un gozo conquistado al vino. De alto balcón apostrofóme a tino; y rostro al cielo departí con ella tierno y audaz, como con una estrella... ¡Oh qué timbre de voz trémulo y fino! ¡Y aquel fruto vedado e indiscreto se puso el manto, se quitó el decoro, y fue conmigo a responder a un reto! ¡Aventura feliz! - La rememoro con inútil afán; y en un soneto monto un suspiro como perla de oro.
Setting a Jewel
The evening was mysterious, divine; Eudora, yet more lovely than before: and in her eyes there was a spark of fire, a fierce exultant joy, achieved by wine. From the high tier, the name she called was mine! Thanking my stars, I left the place with her, gentle and bold, as one who leads a star. Oh, but her voice was tremulous and fine. And that forbidden fruit unprincipled wrapped herself in her mantle, and, forgetting decorum, coaxed me to the field of honour! A fine adventure, lovingly recalled. Rather than dream, I write a sonnet on her, to catch my sigh, a pearl in a golden setting.
Díaz Mirón, a Mexican, is buried in the Rotonda de los Hombres Ilustres. His life ‘abounded with revolutionary plots, political quarrels, duels and vigorous journalistic debates.’ In 1892 he killed a man in self-defence; in 1910 he was imprisoned for trying to kill a fellow-Deputy, but the Revolution freed him.

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Salvador Díaz Mirón...

The Amazing Ballad of the Human Fly

El asombroso corrido del hombre mosca

Poet Unknown
El asombroso corrido del hombre mosca
Señores voy a contarles un corrido furibundo, de los que espantan al mundo porque son fenomenales. México, que es capital, lleno de asombro quedó, del acto que presenció porque fue fenomenal. Nunca en los siglos pasados se vio acto tan culminante, porque esto sí es deslumbrante no son papeles mojados. El Hombre Mosca ha causado de todos la admiración; su acto es de gran sensación pues lo deja a uno pasmado. Figuraos, la multitud bajo el sol desesperada por eso sí preparada sin tener ya ni quietud. Por fin, que suena la hora: ¡qué cosa más admirable! sube el Hombre sin un cable cual la mosca voladora. Hacia la torre derecha al Hombre se ve subir; imposible me es decir una cosa tan bien hecha. Cual una mosca que anda tranquila sobre un pastel, así mismo sube él (ilegible desde el original) demanda. ¡Qué arrogancia! ¡Qué maestría! esto es arte y es destreza el Hombre que con presteza sube en plena luz del día. Qué agilidad en su trepar: él no encuentra redundancia, y todo el mundo con ansia le contempla en su elevar. En el reloj dan las dos y él como una mosca errante, no hay duda, es un gigante que mucho le ayuda Dios. La multitud que es inmensa presta su contemplación; es digno de admiración y también de recompensa. Puedo probarles, señores, que más de un corazón late que el Mosca se desbarate y terminen sus funciones. Cuando ya en la elevación se abraza bien de la cruz, es que tiene buena luz para su contemplación. Y aún sigue lo admirable, este Hombre sí es un artista: ya en cruz, como una arista hace figura intachable. Queda con un pie parado sobre la cruz se ejercita: ¡Bah! Esto ya no es mosquita sino un hombre desalmado. En la cruz hace piruetas pero con mucho valor; allí se acabó el temor y abajo las bocas abiertas. A este hombre si por desgracia a caer fuera a una prisión, le serviría de diversión y ni por salir tendría ansia. De Mosca se acordaría en un rato muy bien dado; él estaba bien salvado con libertad y alegría. Y entonces todos burlados quedarían sin duda alguna; este Hombre es una fortuna todos estamos pasmados. La multitud sorprendida del acto tan sorprendente, se mostró benevolente con el que arriesga su vida. Toda la gente le daba dinero muy bien ganado; este Hombre sí ha triunfado, justo era lo que ganaba. Y si no lo quieren creer ved aquí el Hombre subir, aunque yo no sé mentir si sois de mi parecer. Y con ésta me despido ya con ganas de volar, hasta quisiera cantar otra vez este corrido.
The Amazing Ballad of the Human Fly
Sirs, here is a tale, a tale that is crazy, the world’s most amazing, they are phenomenal. Mexico, the capital, was a city astounded by the act they presented, it was phenomenal. Never did past ages see so overwhelming an act, truly flaming, and no sodden papers! The Human Fly gained complete admiration, his act, a sensation, left everyone stunned. Imagine the crowd in hot sun, despairing, alert and preparing, on tenterhooks, worried! The clock sounds the hour. The Man is a marvel, he climbs with no cable like a fly in mid–air. They see he has gone up that right–hand tower. It’s not in my power to describe how it’s done. He calmly ascends, as a fly might, who takes a walk on a cake: he meets the demands. What skill! what disdain! Such art and such mastery. The Man goes up speedily in the glare of the sun. A feat of agility with no room to spare! He climbs even higher, they watch with anxiety. Two o’clock. Who’ll deny that here is a giant, that God lends a hand to the wandering fly? The numberless crowd is in rapt contemplation: he’s earned admiration, deserves his reward. Sirs, you have my assurance that hearts pounding hard say the Fly must be crazed, they should halt his performance! At the uppermost station he embraces the cross: the bright sunlight pours on his contemplation. Well, this is remarkable, the Man’s a true artist, up there on that cross he’s of stone, irreproachable. He keeps one foot planted on the cross, bends and stretches: no fly, but a nerveless man of iron, undaunted, on a cross pirouetting, with wonderful valor: above, there’s no terror, below, mouths are gaping. If this man by misfortune should fall into prison, it would be a diversion, no problem escaping. He’d think of the Fly, the time would be short, he’d soon be restored to freedom and joy. There’s many he’d fool, and that’s beyond hazard: this Man’s to be treasured, we’re stunned, one and all. The crowd was amazed at the feat they had witnessed and showed itself generous for his life was at hazard. All those who were there gave him well–deserved money that he got by his glory, he earned fair and square. If you doubt me, come see: here’s the Man climbing high, though I can’t tell a lie if I think you’re like me. So I leave you, farewell, because I must fly, till once again I come singing this tale.
Published in Agenda, 48/3–4, November 2014. Beautifully recited by Lucy Tregear at the evening of Mexican poetry and music, British Museum, February 2010. Broadsheet : http://museoblaisten.com/en/Obra/7763/Asombroso-Hombre-Mosca. But the artwork is not by JG Posada - he died in 1911 ! Full report: https://revistacuartoscuro.com/el-hombre-mosca/ Babe White: https://www.facebook.com/watch/?v=697608637114792

Translation: Copyright © Timothy Adès

Linnet In A Gilded Cage

Categories
Spanish

Linnet In A Gilded Cage

Christina Rossetti (1830-94)

Translated into Spanish by Timothy Adès Original in English by Christina Rossetti
Pardillo en la jaula dorada, pardillo sentado en ramada, cuál ave es la más fortunada se puede en invierno dudar. Mas hagan los frondes brotada, con nidos en cada ramada, cuál ave es la más fortunada, ahora, quién puede dudar?
Linnet In A Gilded Cage
A linnet in a gilded cage, - A linnet on a bough, - In frosty winter one might doubt Which bird is luckier now. But let the trees burst out in leaf, And nests be on the bough, Which linnet is the luckier bird, Oh who could doubt it now?

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Christina Rossetti...

Las Clavellinas de Indias

Indian Pinks

Salvador Jacinto Polo de Medina (1603-76)

Indian Pinks
Breve tesoro, rica flor indiana, y sol rizado en hojas, oro florido que tu patria niegas, que a tu oriente despojas y en extranjeros valles te avecinas, y a ser desvelo llegas de laureles y rústicas encinas. Por ti en alado pino, por selvas de coral, pasó animoso el avariento, el vano codicioso, sin que el fatal destino que le asalta, presuma en valles de cristal, montes de espuma.
Las Clavellinas de Indias
Brief treasure, Indian rich flower, And sun curled into petals: This flowered gold betrays Its country, robs its eastern bower, In foreign valleys settles, Arriving in the vigils Of rustic oaks and laurels. For this in his winged vessel One, vaunting, avaricious, Comes covetously, travels Through reefs and groves of corals, Ambitious; Nor does the deadly power Of fate, that takes the cudgels, Presume In crystal vales to raise Mountains of spume.

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Salvador Jacinto Polo de Medina...

Friendship

AMISTAD

Juan Ruiz de Alarcón (1581?-1639)

AMISTAD
Aumento de la próspera fortuna y alivio en la infeliz; maestra llave que con un natural secreto sabe dos voluntades encerrar en una; del humano gobierno la coluna; ancla segura de la incierta nave de la vita mortal: fuero suave que en paz mantiene cuanto ve la luna es la santa amistad, virtud divina que no dilata el premio de tenella, pues ella misma es de si misma el fruto; a quien naturaleza tanto inclina que al hombre que vivir sabe sin ella sabe avisar el animal más bruto.
Friendship
Makes good times better; remedy When times are hard; a master-key That works the trick, knows how it’s done, Clasps two strong wills and makes them one; Backbone of human conduct; sure Anchor of this life’s insecure Ship; the mild law that keeps the peace For everything the bright moon sees: Friendship, pure goodness, heaven-sent: To have it is an instant gain, Because it is its own self’s fruit; It’s Mother Nature’s natural bent; And those without it can obtain Advice from some four-footed brute.

Translation: Copyright © Timothy Adès

More poems by Juan Ruiz de Alarcón...