Tenías un Rebozo de Seda

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Tenías un Rebozo de Seda

Ramón López Velarde (1888-1921)

Tenías un rebozo en que lo blanco iba sobre lo gris con gentileza para hacer a los ojos que te amaban un festejo de nieve en la maleza. Del rebozo en la seda me anegaba con fé, como en un golfo intenso y puro, a oler abiertas rosas del presente y hermético botones del futuro. (En abono de mi sinceridad séame permitido un alegato: entonces era yo seminarista sin Baudelaire, sin rima y sin olfato). Guardas, flor del terruño aquel rebozo de maleza y de nieve, en cuya seda me dormí aspirando la quinta esencia de tu espalda leve?
Tenías un Rebozo de Seda
You had a silk shawl of two colors, White on gray, such elegant layers As to make for the eyes that loved you A spreading of snow over briars. In the silk of the shawl I was drowning, In faith, as in gulfs pure and deep: Scent of roses full–blown, in the present; Sealed buds of the future, asleep. Let me enter this plea as an earnest, For it’s truth I desire to tell: In the school for priests, we were lacking Baudelaire, rhyme, sense of smell. Do you keep it, dear flower of my country, That shawl of briars and snow? Asleep on those silks I was breathing Your neck’s quintessence of dew!

Translation: Copyright © Timothy Adès

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Memories of the Circus

Recuerdos del Circo

Ramón López Velarde (1888-1921)

López Velarde, born in Zacatecas, wrote 'La suave patria', the national poem of Mexico.
Recuerdos del Circo
Los circos trashumantes, de lamido perrillo enciclopédico y desacreditados elefantes, me enseñaron la cómica friolera y las magnas tragedias hilarantes. El aeronauta previo, colgado de los dedos de los pies, era un bravo cosmógrafo al revés que, si subía hasta asomarse al Polo Norte, o al Polo Sur, también tenía cuestiones personales con Eolo. Irrumpía el payaso como una estridencia ambigua, y era a un tiempo manicomio, niñez, golpe contuso, pesadilla y licencia. Amábanlo los niños porque salía de una bodega mágica de azúcares. Su faz sólo era trágica por dos lágrimas sendas de carmín. Su polvorosa apariencia toleraba tenerlo por muy limpio o por muy sucio, y un cónico bonete era la gloria inestable y procaz de su occipucio. El payaso tocaba a la amazona y la hallaba de almendra, a juzgar por la mímica fehaciente de toda su persona cuando llevaba el dedo temerario hasta la lengua cínica y glotona. Un día en que el payaso dio a probar su rastro de amazona al ejemplar señor Gobernador de aquel Estado, comprendí lo que es Poder Ejecutivo aturrullado. ¡Oh remoto payaso: en el umbral de mi infancia derecha y de mis virtudes recién nacidas yo no puedo tener una sospecha de amazonas y almendras prohibidas! Estas almendras raudas hechas de terciopelos y de trinos que no nos dejan ni tocar sus caudas... Los adioses baldíos a las augustas Evas redivivas que niegan la migaja, pero inculcan en nuestra sangre briosa una patética mendicidad de almendras fugitivas... Había una menuda cuadrumana de enagüilla de céfiro que, cabalgando por el redondel con azoros de humana, vencía los obstáculos de inquina y los aviesos aros de papel. Y cuando a la erudita cavilación de Darwin se le montaba la enagüilla obscena, la avisada monita se quedaba serena. como ante un espejismo, despreocupada lastimosamente de su desmantelado transformismo. La niña Bell cantaba: «Soy la paloma errante»; y de botellas y de cascabeles surtía un abundante surtidor de sonidos acuáticos, para la sed acuática de papás aburridos, nodriza inverecunda y prole gemebunda. ¡Oh memoria del circo! Tú te vas adelgazando en el frecuente síncope del latón sin compás; en la apesadumbrada somnolencia del gas; en el talento necio del domador aquel que molestaba a los leones hartos, y en el viudo oscilar del trapecio...
Memories of the Circus
Travelling circuses, with the dainty little dog’s encyclopaedic brilliance discrediting the elephants, taught me trivial comedies, laughable super-catastrophes. On came the aeronaut first, hanging on by the skin of his toes, daring explorer in reverse; whether or not he glimpsed the poles, north or south, he had personal scores, God of the Winds, to settle, of yours. In burst the clown, like a loud and dubious noise, bump and bruise, infancy, lunacy, all nightmare and naughtiness. How he was loved by the kids for coming out of a magic candy-pot: just his face was tragic, cochineal tear this side and that. Powdered thick, he could either be thought Of as spick and span, or as caked in smut; His glory was a conical hat, precarious, pert, on his occiput. The clown touched the bearded lady and found she was all of sugared almond, to judge from the lifelike mime of the whole of his frame, when he raised his audacious fingertip to his cynical gluttonous tongue. The day the clown presented a sniff of the bearded lady to be savoured by the Honourable Governor of the State, that was the day I discovered Executive Power disconcerted. You faraway clown of my early days, my virtues pristine, so carefully raised: I couldn’t be tarred with any suspicion of almonds and bearded ladies forbidden! These sugared almonds, dashing, in velvet and frills, we’re not to touch the hem of their train. The futile goodbyes to each idolised Eve revived, who denies us so much as a crumb, but who dins into our spirited blood a cringing, a cadging of almonds, not to be had… A four-handed creature in frou-frou and zephyr came galloping into the ring, in fear, as if human, and mastered the nasty obstacle-course and the awkward paper hoops. And when to the learned demurring of Darwin they dressed her, obscene, in the frou-frou, the wise little monkey kept calm as if faced with a trick in the glass, resigned to the dismal transformation. “I’m the wandering dove,” warbled little Miss Bell: and from bottles and bells gushed a tumbling fountain of watery sounds for the watery thirst of weary papas, the flighty nurse and the querulous child. O circus memory, fading away in the unrhythmical clashing of brass, the heavy drowsiness of the gas; the stupid skill of that lion-tamer who used to tease the well-stuffed beasts, and the vacantly swinging trapeze…

Translation: Copyright © Timothy Adès

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El Viaje Definitivo

The Final Voyage

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

The Final Voyage
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando. Y se quedará mi huerto con su verde árbol, y con su pozo blanco. Todas las tardes el cielo será azul y plácido, y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron y el pueblo se hará nuevo cada año; y lejos del bullicio distinto, sordo, raro del domingo cerrado, del coche de las cinco, de las siestas del baño, en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado, mi espíritu de hoy errará, nostáljico... Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido... Y se quedarán los pájaros cantando.
El Viaje Definitivo
And I shall go. And the birds will remain, singing. My garden too will stay, with its green tree and its white well. Each evening will find the sky blue and peaceful: the belfry's bells will ring, just as I hear them now, ringing. Any who loved me there shall pass away and every year the village will renew. Far from the curious bustle, dull and rare of Sunday, closing day, the car at five, the dozing and the bathing, in the secret corner of my garden, whitewashed, blooming, my spirit of today will stray, nostalgically. And I shall go, be someone else, with no hearth, no green tree, and no white well, no sky blue and peaceful... And the birds will remain, singing.

Translation: Copyright © Timothy Adès

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The Bohemian Raises his Glass

Pezoa was Municipal Secretary of the Chilean town of Viña del Mar – Vineyard-on-Sea.

Carlos Pezoa Véliz (1879-1908)

Pezoa was Municipal Secretary of the Chilean town of Viña del Mar – Vineyard-on-Sea.
No escupáis a los beodos que perecen aturdiendo en el vino sus dolores; si odiáis a la embriaguez, odiad las flores que ebrias de sol en la mañana crecen. Los ojos de las vÌrgenes ofrecen la sublime embriaguez de los amores, y los besos son báquicos licores al caer en los labios, estremecen. Embriagada de luz, Ofelia vaga en las sombras de un campo desolado; el sacerdote en el altar se embriaga con la sangre de Dios crucificado, y el poeta mirando de hito en hito la gran pupila azul del infinito!
The Bohemian Raises his Glass
Don’t look down on the drunkards who perish befuddling their sorrows with wine: you don’t hate the flowers that flourish light-headed in morning sunshine. The eyes of the ladies attract us to the high drunken rapture of passion; their kisses are Bacchus’s nectars - our lips are in thrall to sensation. Drunk with light goes Ophelia, sunken In the gloom of a desolate plain; The priest at the altar is drunken With the blood of a god that is slain, Like the poet who gazes unblinking At the boundless blue eye of the main!

Translation: Copyright © Timothy Adès

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Cante Hondo

Cante Hondo

Antonio Machado (1875-1939)

Cante Hondo
Yo meditaba absorto, devanando los hilos del hastío y la tristeza, cuando llegó a mi oído, por la ventana de mi estancia, abierta a una caliente noche de verano, el plañir de una copla soñolienta, quebrada por los trémolos sombríos de las músicas magas de mi tierra. ... Y era el Amor, como una roja llama... ?Nerviosa mano en la vibrante cuerda ponía un largo suspirar de oro que se trocaba en surtidor de estrellas?. ... Y era la Muerte, al hombro la cuchilla, el paso largo, torva y esquelética. ?Tal cuando yo era niño la soñaba?. Y en la guitarra, resonante y trémula, la brusca mano, al golpear, fingía el reposar de un ataúd en tierra. Y era un plañido solitario el soplo que el polvo barre y la ceniza avienta.
Cante Hondo
I was sunk in thought,unwinding The threads of disgust and sorrow, When something came to my ears Through my room’s open window, On that hot night of summer: The moan of a drowsy song. Dark tremolos, witching music Of my southland: a hint of wrong. …It was Love, like a red red flame… Did a nervous hand put a sigh Ample and gold on the live string, To nourish the stars in the sky? …It was Death, his scythe on his shoulder, Skeletal, grim, broad pacing. Did I dream it, before I grew older? The guitar was tremulous, vibrant, Strokes of a rough hand tracing A shroud’s committal to clay. The lonely lament was a night-wind, Sweeps the dust, blows the ashes away.

Translation: Copyright © Timothy Adès

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La Vuelta De Los Campos

Julio Herrera y Reissig (1875-1910)

La Vuelta De Los Campos
La tarde paga en oro divino las faenas. Se ven limpias mujeres vestidas de percales, trenzando sus cabellos con tilos y azucenas o haciendo sus labores de aguja, en los umbrales. Zapatos claveteados y báculos y chales... Dos mozas con sus cántaros se deslizan apenas. Huye el vuelo sonámbulo de las horas serenas. Un suspiro de Arcadia peina los matorrales. Cae un silencio austero... Del charco que se nimba estalla una gangosa balada de marimba. Los lagos se amortiguan con espectrales lampos, las cumbres, ya quiméricas, corónanse de rosas. Y humean a lo lejos las rutas polvorosas por donde los labriegos regresan de los campos.
Evening rewards hard toil with heavenly gold… Women appear in dainty cotton dresses, plait sprigs of lime and lily in their tresses, or ply the needle on the cool threshold. Two girls with water-pitchers sidle by… The shawls, the studded boots, the walking-sticks; the sleepy lapse of time that quietly ticks. Combing the thickets, an Arcadian sigh… Strict silence. ...The marimbas’ hollow clang hums ballads at the pond where vapours hang. The lakes fade out as ghostly pinpoints burn, the hills, now mythic, wear a rosy crown… Far off, the tracks are smoking, dusty-brown, as all who labour in the fields return.

Translation: Copyright © Timothy Adès

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The Theatre of the Humble

El Teatro de los humildes

Julio Herrera y Reissig (1875-1910)

El Teatro de los humildes
Es una ingenua página de la Biblia el paisaje... La tarde en la montaña, moribunda se inclina, y el sol un postrer lampo, como una aguja fina, pasa por los quiméricos miradores de encaje. Un vaho de infinita guturación salvaje, de abstracta disonancia, remota a la sordina... La noche dulcemente sonríe ante el villaje como una buena muerte a una conciencia albina. Sobre la gran campaña verde, azul y aceituna, se cuajan los apriscos en vagas nebulosas; cien estrellas lozanas han abierto una a una; Rasca un grillo el silencio perfumado de rosas... El molino en el fondo, abrazando a la luna, inspira de romántico viejo tiempo las cosas.
The Theatre of the Humble
The countryside is as the Bible says... Evening sinks down among the hills to die; a final flash of sunlight threads through high towers, to gleam on fairy lattices. A muted fog of wild cacophony wells up, deep-throated, limitless, obscure; night smiles upon the hamlet, tenderly, like honest death on one whose heart is pure. Across the great, green, olive, blue expanse, the sheepfolds cloy to patches in the haze; a hundred star-points flaunt their brilliance in sweetbriar silence that a cricket frays… The distant mill and moon in dalliance recall to mind the old, romantic days.

Translation: Copyright © Timothy Adès

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Three songs for Children

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Three songs for Children

Manuel Machado (1874-1947)

Canto a Andalucía Cádiz, salada claridad. Granada, agua oculta que llora. Romana y mora, Córdoba callada. Málaga, cantaora. Almería, dorada. Plateado, Jaén. Huelva, la orilla de las tres carabelas.         Y Sevilla. Cualquiera canta un cantar Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son; y cuando las canta el pueblo, ya nadie sabe el autor. Tal es la gloria, Guillén, de los que escriben cantares: oír decir a la gente que no los ha escrito nadie. Procura tú que tus coplas vayan al pueblo al parar, aunque dejen de ser tuyas para ser de los demás. Que, al fundir el corazón, en el alma popular, lo que se pierde de nombre se gana de eternidad. Confetti Aquella noche, Pierrot se bebió un rayo de luna y se emborrachó. Y, no pudiendo contar las estrellas a la bruna, se puso a llorar. Se puso a llorar Pierrot. Y aún lloraba el sinfortuna cuando amaneció. …Y pudo contarlas: Una.
Three songs for Children
Song to Andalucía Cádiz, salt brightness. Granada, sobbing of hidden water. Córdova silent, Roman and Moor. Málaga sings folklore. Gold Almería. Jaén of silver. Huelva, the shore, three caravels…         and Sevilla. Some woman is singing a song Until the people sing it, the ballad, there is none; and when the people sing it, the author’s name is gone. That’s how it is, Guillén, the song writer’s renown: to hear people saying the author is unknown. See to it that your ballads go to the people and stay there, belonging to you no longer but to all those others. Pouring out its heart into the soul of the people, what it loses in name it gains in being eternal. Confetti Pierrot that night Drank down a moonbeam: He was tight. Can’t count the stars It’s dark, oh poor him He sheds tears. Pierrot sheds tears, Sobs on and on Till at dawn He counts: One.
Manuel Machado was the brother of Antonio Machado

Translation: Copyright © Timothy Adès

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Nochebuena

Christmas Night

Amado Nervo (1870-1919)

Christmas Night
Pastores y pastoras, abierto está el edén. ¿No oís voces sonoras? Jesús nació en Belén. La luz del cielo baja, el Cristo nació ya, y en un nido de paja cual pajarillo está. El niño está friolento. ¡Oh noble buey, arropa con tu aliento al Niño Rey! Los cantos y los vuelos invaden la extensión, y están de fiesta cielos y tierra... y corazón. Resuenan voces puras que cantan en tropel: Hosanna en las alturas al Justo de Israel! ¡Pastores, en bandada venid, venid, a ver la anunciada Flor de David!...
Nochebuena
Shepherds, shepherdesses, Eden is unbarred. Hear the sounding voices! Born today Our Lord. Born today is Christ: radiant are the skies. Straw is all the nest where the birdling lies. Noble ox, behold baby shivering. Warm breath in the cold, robe the infant king! Angel-wings and voices fill the furthest part: heaven’s host rejoices, heaven, earth… and heart. Hear the sounding chorus, all the troop of them, loud extol His glories, born in Bethlehem! Come, you band of shepherds, flocking from the fold: see the son of David long ago foretold!

Translation: Copyright © Timothy Adès

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Androgyne

Andrógino

Amado Nervo (1870-1919)

Andrógino
  Por ti, por ti, clamaba cuando surgiste, infernal arquetipo, del hondo Erebo, con tus neutros encantos, tu faz de efebo, tus senos pectorales, y a mí viniste.   Sombra y luz, yema y polen a un tiempo fuiste, despertando en las almas el crimen nuevo, ya con virilidades de dios mancebo, ya con mustios halagos de mujer triste.   Yo te amé porque, a trueque de ingenuas gracias, tenías las supremas aristocracias: sangre azul, alma huraña, vientre infecundo;   porque sabías mucho y amabas poco, y eras síntesis rara de un siglo loco y floración malsana de un viejo mundo.
Androgyne
Infernal archetype! I cried to you… From Hades’ lowest place, your neuter charms, ephebic face, light-muscled breasts, rose to my side. You, bud and pollen, light and shade, roused souls to novel infamy: a callow god’s virility, the stale endearments of a jade. No grace, no goodness: none of that. I loved the arch-aristocrat, blue blood, wild spirit, barren womb: you knew the more, you loved the less, adding a Zeitgeist’s recklessness to an old world’s unwholesome bloom.

Translation: Copyright © Timothy Adès

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