Paseábase el rey moro
Anon
Paseábase el rey moro
Paseábase el rey moro
por la ciudad de Granada
desde la puerta de Elvira
hasta la de Vivarrambla.
—¡Ay de mi Alhama!—
Cartas le fueron venidas
que Alhama era ganada.
Las cartas echó en el fuego
y al mensajero matara,
—¡Ay de mi Alhama!—
Descabalga de una mula,
y en un caballo cabalga;
por el Zacatín arriba
subido se había al Alhambra.
—¡Ay de mi Alhama!—
Como en el Alhambra estuvo,
al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas,
sus añafiles de plata.
—¡Ay de mi Alhama!—
Y que las cajas de guerra
apriesa toquen el arma,
porque lo oigan sus moros,
los de la vega y Granada.
—¡Ay de mi Alhama!—
Los moros que el son oyeron
que al sangriento Marte llama,
uno a uno y dos a dos
juntado se ha gran batalla.
—¡Ay de mi Alhama!—
Allí fabló un moro viejo,
de esta manera fablara:
—¿Para qué nos llamas, rey,
para qué es esta llamada?
—¡Ay de mi Alhama!—
—Habéis de saber, amigos,
una nueva desdichada:
que cristianos de braveza
ya nos han ganado Alhama.
—¡Ay de mi Alhama!—
Allí fabló un alfaquí
de barba crecida y cana:
—Bien se te emplea, buen rey,
buen rey, bien se te empleara.
—¡Ay de mi Alhama!—
Mataste los Bencerrajes,
que eran la flor de Granada,
cogiste los tornadizos
de Córdoba la nombrada.
—¡Ay de mi Alhama!—
Por eso mereces, rey,
una pena muy doblada:
que te pierdas tú y el reino,
y aquí se pierda Granada.
—¡Ay de mi Alhama!—Ballad of the Loss of Alhama
The Moorish King was passing
through the city of Granada
From the gate of Elvira
to that of Vivarrambla.
To him had come despatches
that Alhama had been taken.
He threw them on the fire
and put to death the bearer.
Dismounting from the jenny
and riding on a warhorse,
Up through the Zacatín
he came to the Alhambra.
On reaching the Alhambra
he straightway gave an order:
He bade them sound the trumpets,
the añafils of silver,
To open up the war-chests
and quickly arm for battle,
That all the Moors should hear it
in the plain and in Granada.
The Moors who heard the tocsin
that called to bloody combat
One by one, two by two
joined in a great battalion.
An aged Moor gave voice
and spoke up in this manner:
‘Why do you call us, King?
What reason for the summons?’
‘This you must know, my friends,
new tidings of misfortune:
That daring Christian men
have taken our Alhama.’
Then spoke a learned doctor,
his beard well-grown and hoary:
‘Good King, you are well served,
good King, you are served fairly.
‘You slew the Abencerrajes,
once the flower of Granada,
You seized the renegades
of Cordova the renowned.
For this, King, you deserve
a penalty redoubled:
You and your kingdom lost,
and lost alike Granada.’Translation: Copyright © Timothy Adès